¿Qué es lo que más les importa a los jóvenes de Lituania y de toda Europa? ¿A qué desafíos se enfrentan y cómo sugieren abordarlos?
Estas fueron las cuestiones que Marija Bočiarovaitė, estudiante de trabajo social en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Vilna (VU), debatió como parte de su participación en la Asamblea Europea de Estudiantes (ESA 25), celebrada del 26 al 28 de mayo en el Parlamento Europeo en Estrasburgo.
Si bien el evento reunió a asistentes de más de 200 universidades, Marija fue la única estudiante lituana. Representó a la Alianza Arqus, que incluye nueve universidades de España, Austria, Alemania, Francia, Irlanda, Portugal, Italia, Lituania y Polonia.
La Asamblea Europea de Estudiantes se organizó como parte del proyecto EUC Voices, una iniciativa de las Alianzas Universitarias Europeas destinada a potenciar las voces y necesidades de los jóvenes y empoderar a los estudiantes para que influyan en la política europea. Durante un periodo de seis meses, los estudiantes seleccionados trabajaron en ocho grupos remotos, centrados en temas como el acceso a la vivienda para los jóvenes, el «futuro verde», la migración, la inteligencia artificial (IA), la educación y el aprendizaje permanente, la desigualdad, etc. Marija eligió unirse al grupo que trabajó en recomendaciones para la salud mental de los jóvenes. En este artículo, reflexiona sobre sus experiencias en la Asamblea.
¿Cómo te enteraste de la existencia de EUC Voices y qué te motivó a inscribirte?
Me enteré del proyecto a través de las redes sociales de la Alianza Arqus. Hace un tiempo, mi profesora, Eglė Šumskienė, me envió una oferta de Arqus para un intercambio de estudios. A pesar de que perdí esa oportunidad, comencé a seguir más de cerca las actualizaciones de Arqus. EUC Voices me llamó la atención porque el proyecto se centraba en la incidencia política y la política social, campos en los que participo activamente. Completé el formulario de solicitud y, después de un tiempo, recibí un mensaje que decía que me habían seleccionado para participar. En total, hubo más de 2.000 candidatos, y solo 200 fueron elegidos para participar. Los estudiantes solicitaron plaza en el proyecto a través de sus respectivas alianzas universitarias, que participaron en el proceso de selección. Por lo que sé, se seleccionó un estudiante de cada universidad de la Alianza Arqus.
¿Qué significa «incidencia política»?
La incidencia política es una práctica que implica representar y defender los intereses de otras personas, especialmente de grupos vulnerables, que pueden no ser capaces de hablar por sí mismas. También va de apoyar ideas o políticas. Por lo tanto, la incidencia política puede implicar la promoción de los derechos humanos, el fomento de la cooperación intersectorial o el impulso de cambios en las políticas.
En el trabajo social, la incidencia política aún no es muy popular. Existe la creencia común de que el trabajo social trata principalmente de proporcionar servicios, mientras que la incidencia política se ve como el campo de abogados o políticos. Pero en realidad, el trabajo social es un muy buen ámbito para ejercer liderazgo e incidencia política. Por ejemplo, trabajo en una organización no gubernamental que defiende los derechos de las personas con discapacidad a nivel político, con el objetivo de lograr cambios en política social, legislación y otras áreas relacionadas. En EUC Voices, llevaremos a cabo actividades de incidencia política a través de la publicidad. Nuestro objetivo es publicar y difundir las recomendaciones que hemos desarrollado tanto en nuestros propios países como en el Parlamento Europeo para llegar a los responsables de la toma de decisiones.
Marija Bočiarovaitė sobre su experiencia en la Asamblea Europea de Estudiantes (ESA): “Los jóvenes se preocupan por la salud mental y el acceso a la vivienda”.
¿Qué recomendaciones propuso tu grupo con respecto a la salud mental de los jóvenes?
Nuestro grupo, formado por 30 participantes, trabajó en equipos más pequeños para preparar diez recomendaciones que abordasen los desafíos de salud mental que enfrentan los jóvenes en el mundo moderno. Mi equipo propuso introducir la educación emocional en los colegios adaptada a grupos de edad infantiles, desde la guardería y primaria hasta la educación superior. También enfatizamos la importancia de incluir instituciones de servicios sociales y educación no formal. Tenemos que hablar con los niños para que puedan comprender mejor sus propias emociones y las de las personas que los rodean: cómo expresarlas adecuadamente, establecer límites saludables y respetar los de los demás. Dicha educación también contribuiría a reducir el estigma en torno a la salud mental.
Recomendamos integrar este tema en los planes de estudio escolares y organizar un Día de la Salud Mental al mes. Ese día, se invitaría a psicólogos y otros especialistas a dirigir varios talleres: sesiones interactivas y atractivas que involucrarían a los niños, sus padres y maestros.
También debatimos sobre la importancia de involucrar a los padres en el programa de educación emocional: para que aprendan junto a sus hijos, reconozcan las emociones de los demás, respeten sus límites e identifiquen las dificultades emocionales en sus hijos desde el principio, ya tengan que ver con acoso, dificultades en las relaciones románticas tempranas o entre iguales, o trastornos emergentes como la ansiedad o la depresión.
También vale la pena mencionar que la educación emocional ya está incluida en las recomendaciones para los colegios. Además, instituciones como el Parlamento Europeo no pueden decidir directamente los sistemas educativos nacionales, pero pueden proporcionar directrices. Nosotros, por nuestra parte, podemos fomentar de forma proactiva nuestras recomendaciones, no solo a nivel europeo, sino también en nuestros propios países y comunidades locales. Por ejemplo, los colegios lituanos ya tienen clases de habilidades para la vida. Nuestras ideas también podrían integrarse en la implementación de este programa.
¿Qué recomendaciones presentaron los otros grupos?
Una de las recomendaciones que prepararon fue regular la IA y minimizar el daño que esta causa, mediante el desarrollo de programas de resiliencia psicológica para los empleados que trabajan con sistemas de IA en los sectores de comunicación, atención al cliente e informática. Este programa tendría como objetivo prevenir el desgaste laboral, reducir la ansiedad algorítmica y evaluar los efectos de la IA en la salud mental a largo plazo. Se sugirió fomentar la colaboración entre los creadores de contenido y los profesionales de la salud mental para reducir la información perjudicial que llega a los niños y jóvenes a través de las redes sociales.
También se recomendó el lanzamiento de campañas a escala de la UE para reducir el estigma asociado con los problemas de salud mental, mejorar el acceso a los servicios de salud mental en instituciones educativas, centros juveniles y centros de atención; crear un sistema de evaluación más flexible en la educación superior para reducir la presión académica y garantizar servicios de salud mental accesibles y flexibles para estudiantes y niños con discapacidades. También tuvimos propuestas sobre el empoderamiento de los jóvenes en la lucha contra el cambio climático y sobre la migración en la UE, centradas en cómo apoyar la salud mental de los migrantes y proporcionarles apoyo emocional.
¿Cómo se llevó a cabo la Asamblea?
La mayoría de nosotros llegamos el día anterior y nos alojamos en un albergue juvenil. A la mañana siguiente, nos reunimos en el Parlamento Europeo y recibimos nuestros pases para entrar en las salas de reuniones. Nos reunimos en la cámara plenaria principal para la sesión inaugural en la que se dieron discursos de bienvenida, se presentó el orden del día de la asamblea, se escucharon las opiniones de antiguos participantes y se abrió un turno de preguntas y respuestas. Después de eso, nos dividimos en grupos y finalizamos nuestras recomendaciones en salas separadas. Cada grupo preparó diez recomendaciones, que luego revisamos y debatimos juntos.
El segundo día fue más largo e intenso. Continuamos trabajando en grupos y asistimos a la aldea de las alianzas (Village of Alliances), donde los estudiantes pudimos explorar varias universidades europeas, sus programas de estudio y oportunidades globales. En la feria, conocí a otros estudiantes de la Alianza Arqus, nos hicimos algunas fotos y pasamos un rato charlando y conociéndonos.
Más tarde ese día, se llevaron a cabo debates entre paneles: visitamos a otros grupos y dimos retroalimentación sobre las recomendaciones que habían preparado. Me uní al grupo centrado en el tema del acceso de los jóvenes a la vivienda y que lleva por nombre «Living with Dignity» (vivir con dignidad). Pasamos un par de horas debatiendo y ofreciendo sugerencias para mejorar. Propuse incorporar principios de diseño universal para que la vivienda no solo fuera moderna y contemporánea, sino también inclusiva y accesible para todos.
El tercer día, todos volvimos a la cámara plenaria principal del Parlamento Europeo para votar sobre las recomendaciones. Cada uno de los ocho grupos contó con dos coordinadores que presentaron sus propuestas. Luego, realizamos una votación colectiva.
Fue emocionante experimentar cómo votan los miembros del Parlamento Europeo y cómo se llevan a cabo las sesiones allí. Cada uno de nosotros tenía su propio escritorio con micrófono. Una vez que pulsas el botón, toda la cámara puede oírte hablar. También había tres botones de votación en la mesa que estaban protegidos, muy probablemente por motivos de confidencialidad. Durante la votación, se coloca la mano sobre los botones y se pulsa verde para aprobar, rojo para oponerse y blanco para abstenerse. Para cada recomendación, se dio aproximadamente un minuto para votar. Los resultados se mostraron en una pantalla grande y una más pequeña en cada escritorio, mostrando cuántos votaron a favor, en contra o se abstuvieron.
Se acordó que las recomendaciones que recibieran un apoyo mayoritario podían hacerse públicas, lo que significaba que podríamos llevar a cabo una labor de promoción basada en ellas.
El tercer día fue más corto. Terminamos la votación temprano y luego tuvimos tiempo de explorar el Parlamento Europeo y la ciudad, bien uniéndonos a una visita en grupo o individualmente.
¿Qué impresión te dejaron el Parlamento Europeo y Estrasburgo?
La ciudad es muy bonita: la Catedral de Estrasburgo y el casco antiguo son realmente impresionantes, y el edificio del Parlamento Europeo es espacioso y moderno. Fue interesante visitar una institución donde los delegados de nuestros países se reúnen para tomar decisiones que afectan a toda la UE. Sentí una sensación de orgullo al ver las banderas de todos los estados miembro ondeando en la entrada y darme cuenta de que tantas personas de diferentes universidades se habían reunido bajo un mismo techo. Ver y sentir lo unidos que estamos fue algo inspirador. Junto con otros estudiantes, hablamos de lo animados que nos sentimos y lo orgullosos que estamos de la UE y de cada uno de nosotros: tanta gente joven y activa reunida, no sólo pensando en sí mismos, sino representando a las áreas que les preocupan y contribuyendo al cambio.
¿Te gustaría trabajar en el Parlamento Europeo?
Traté de imaginar lo que se debe sentir al trabajar en una institución de tan alto nivel todos los días, pero mi ámbito es un poco diferente. Mi objetivo es ayudar a los responsables políticos a tomar decisiones informadas e inteligentes; también me gustaría contribuir a formar una política social más abierta e inclusiva tanto en la UE como en Lituania, asegurando que se respeten los derechos de todas las personas. Creo que preferiría quedarme en el lado de las ONG, ya que son más cercanas a las personas. Prefiero ser quien construya el puente entre los grupos vulnerables y los responsables de la toma de decisiones, para fomentar conexiones y entendimiento mutuo.
¿Por qué elegiste estudiar trabajo social?
Cuando terminé el instituto, no tenía ni idea de qué camino quería tomar o qué quería estudiar. Estoy muy contenta de haberme tomado un descanso, porque, durante ese tiempo, encontré la motivación para estudiar. Me tomó un tiempo encontrar mi camino hacia el trabajo social. Primero, entendí qué no quería hacer y, luego, fui descubriendo gradualmente mi pasión. El programa de trabajo social en la Universidad de Vilna me llamó la atención porque adopta un enfoque holístico e interdisciplinario: estudiamos psicología y sociología en la Facultad de Filosofía y trabajamos directamente con las personas. Poco después de matricularme, me di cuenta de lo cómoda que me sentía mientras estudiaba y me preparaba para mi recorrido profesional. Esa comodidad me confirmó que este es mi sitio. Estos estudios me aportan mucho como profesional y, ante todo, como persona.
¿Cómo te han ayudado tus estudios a crecer personalmente?
Tiene mucho que ver con el contenido del programa y la temática del trabajo social. Para ayudar a los demás, primero debes entenderte y cuidarte a ti misma para sentirte bien. Todos los métodos y teorías que aprendemos inevitablemente se aplican a nosotros mismos: reflexionas sobre tu propia situación, si hay algún problema psicológico o emocional sin resolver en tu familia, entorno o entre amigos. Cuando se aprende a trabajar con grupos vulnerables, la comunicación tiene que ser diferente, más específica: hay que saber acercarse a las personas, comprender las razones detrás de su comportamiento y ser consciente de cómo funcionan los individuos dentro de la sociedad. Todos estos temas se vuelven personalmente significativos. Nuestros profesores nos enseñan que para brindar apoyo y servicios de alta calidad a los demás, primero debemos asegurarnos de sentirnos en paz con nosotros mismos y con nuestro entorno. Estos aspectos son inseparables.
¿Qué te gustaría desear a otros jóvenes que siguen con sus estudios?
Animo encarecidamente a los jóvenes a aprovechar todas las oportunidades que tengan durante sus estudios y a probar tantas experiencias internacionales como sea posible. Muchos programas, como Erasmus y otros, ofrecen intercambios, viajes de verano y prácticas. Las universidades ofrecen oportunidades de movilidad a corto plazo para aquellos que no buscan pasar largos periodos en el extranjero. Estas experiencias son extremadamente valiosas para el crecimiento personal, la creación de conexiones y el avance profesional. Me gustaría animar a los jóvenes a mantenerse activos y comprometidos, participar en diversas actividades y aprovechar al máximo las oportunidades disponibles durante sus años universitarios.
Para obtener más información:
Comunicación Arqus UGR: arquscomunicacion@ugr.es
Web Arqus UGR: arqus.ugr.es
Web Arqus: arqus-alliance.eu