Benedikt Grothe, estudiante de Ciencias Políticas de la Universidad de Leipzig, es miembro de Arqus desde finales de 2021. Los escasos meses que han transcurrido desde entonces le han servido para viajar, vivir nuevas experiencias y convertirse en el Presidente del Consejo de Estudiantes de Arqus. Ahora, a punto de comenzar su estancia Erasmus, ha decidido narrarnos sus vivencias.
Mi «viaje» con Arqus comenzó en noviembre de 2021, mientras cursaba mi primer semestre de Ciencias Políticas en la Universidad de Leipzig, durante la primera reunión del Consejo de Estudiantes de la Universidad a la que asistí. En aquel encuentro, teníamos que elegir a los representantes de cada comisión y alguien habló de Arqus; la vaga explicación que siguió a ese nombre, desconocido hasta entonces, fue que se trataba de algo de cooperación europea. Había que elegir a una persona para el Consejo de Estudiantes de Arqus, así que, tras explicar brevemente en qué consistía este cargo, se realizó una votación. No me esperaba en absoluto lo que iba a ocurrir, pero me eligieron a mí. En aquel momento, no sabía que pertenecer a Arqus me llevaría a Padua, Lyon y Granada a lo largo del año siguiente, o a solicitar un Erasmus para 2023 a través de sus planes de movilidad. Además, en poco tiempo, sería elegido Presidente del Consejo.
Pero empecemos por el principio, ¿qué es Arqus y qué hago aquí? Arqus es una alianza de universidades europeas que pretende reforzar la cooperación entre sus miembros para que la propuesta que hizo Macron en 2017 sobre una «Universidad Europea» pueda hacerse realidad. En la construcción de esta universidad conjunta, los estudiantes pueden y deben dar a conocer sus opiniones. El Consejo de Estudiantes, formado por representantes de las universidades asociadas, está representado en la mayoría de los comités de la Alianza. De esta forma, podemos aportar el punto de vista de los estudiantes a los debates.
El Consejo de Estudiantes en Italia
Las reuniones del Consejo de Estudiantes suelen celebrarse en línea. Por ello, no tuve la oportunidad de conocer a mis compañeros en persona hasta la Conferencia Anual de la Alianza en Padua, Italia, en abril de 2022. Aquel primer encuentro me sorprendió mucho porque, aunque no sabía exactamente qué esperar, me imaginaba que se hablaría de aspectos estructurales de Arqus, o de alguna de las líneas de acción. En lugar de ello, me encontré con exposiciones de estudiantes que llevaban 6 meses trabajando en proyectos grupales sobre humedales ácidos en Austria, un acelerador de partículas para potenciar la economía circular en Granada, o los murciélagos en Lituania. Por decirlo de alguna manera, el encuentro no tuvo nada que ver con lo que yo esperaba, pero resultó ser una experiencia fascinante y me sirvió para establecer contacto con los otros miembros del Consejo de Estudiantes.
Esta forma colaborativa de trabajar imperó durante toda la semana, ya fuera mientras comíamos pizza o cuando escuchábamos una conferencia en el auditorio. De hecho, creo que lo más destacable del encuentro fueron las horas que pasamos reunidos el equipo de estudiantes. Todos querían participar en Arqus, cada uno aportando sus propias ideas y conocimientos.
Fue en Padua donde comprendí realmente lo que Arqus pretende conseguir: ver a todos los miembros de las universidades reunirse, hacer planes y crear redes. Tenía que verlo con mis propios ojos para entenderlo.
Los días que pasamos en Italia transcurrieron con mucho ajetreo, ya que teníamos que cumplir con el programa y hacer presentaciones de las distintas áreas de trabajo. El lunes también hubo una cena grupal, que se anunciaba como un evento más o menos elegante. Pensé que sería suficiente con ponerme un jersey de cuello alto, pero cuando los estudiantes de Portugal se enteraron y me dijeron que irían en traje, dudé sobre si había tomado la decisión adecuada. Así pues, me fui de compras por Italia (actividad clásica de las conferencias), fui a la cena y me acosté a las cuatro de la mañana porque tenía que preparar lo que iba a decir al día siguiente ante el auditorio. De hecho, la conferencia se cerró con mi discurso, que fue muy bien recibido por el público. Sin ninguna duda, la participación de estudiantes en el acto estuvo muy bien vista.
Comité Ejecutivo en Francia
Tras la conferencia de Italia, comprendí finalmente cuál es el objetivo de la iniciativa Arqus y para qué sirve mi trabajo aquí. Además, pasé a formar parte del Comité Ejecutivo.
Las reuniones de este comité también suelen celebrarse en línea, pero, por suerte, el pasado mes de junio nos reunimos en persona. Este encuentro se realizó en Lyon, Francia.
No tuve mucho tiempo para explorar la ciudad por mi cuenta, como sí pude hacer en Padua, pero hicimos una visita guiada por la ciudad. Los dos días que duró el encuentro se dedicaron a elaborar el presupuesto, y a proponer y presentar las líneas de trabajo. Por suerte, estuvimos generalmente de acuerdo en la mayoría de los temas. A diferencia del viaje anterior, por la noche salí con los profesores y el personal de las universidades de Arqus, no con los estudiantes. Una vez más, me sorprendió la experiencia. La verdad, no me esperaba que acabaría saliendo de pubs o sentado en la terraza de un bar con profesores en mi segundo semestre de universidad (el asesoramiento académico estaba incluido en nuestras charlas).
Además, cada día que pasaba sabía más de Arqus y entablaba relación con más personas; ya no tenía que estar presentándome de nuevas todo el rato. En este encuentro, también anuncié que estaba pensando hacer mi semestre en el extranjero en una de las universidades de Arqus, noticia que fue recibida con alegría. Además, me dieron consejos e incluso sus datos de contacto, por si me surgía alguna duda.
Arqus Forum y nuevas aventuras en España
En julio solicité hacer mi Erasmus en Granada, destino que se gestiona a través de Arqus, y me aceptaron rápidamente. Así pues, pasaré el segundo semestre de este curso en el sur de España. Afortunadamente, ya conozco la ciudad porque allí se celebró la conferencia que dio inicio a la segunda fase de ARQUS.
En aquella ocasión, me fui de viaje con unas sensaciones completamente distintas a las de las veces anteriores. Ya conocía a muchos miembros de Arqus y sabía exactamente qué esperar. Nada más llegar a la ciudad, me reuní con otros estudiantes y salimos a recorrer los bares y las calles de Granada por nuestra cuenta. Hicimos muy bien en llegar un día antes de que empezara el evento.
Aquella noche dormí al menos durante seis horas, pero, aun así, me quedé dormido y me perdí la primera parte de la conferencia. Google Maps en mano, atravesé a toda velocidad las calles de Granada, que me resultaban completamente desconocidas, y llegué justo a tiempo para las primeras presentaciones. Una vez allí, volví a entrar en «modo Arqus», volvió la costumbre de hacer contactos durante las horas muertas entre conferencia y conferencia, de acudir con otros alumnos que acababa de conocer a los parques y a los restaurantes de una ciudad nueva.
Una vez más tuve la oportunidad de representar a los estudiantes desde un escenario frente al resto de la comunidad de Arqus. Esta vez, sin embargo, no pronuncié un discurso, sino que participé en una mesa de debate, nunca mejor dicho. Y es que, yo ya había acordado mi posición con otros miembros del Consejo de Estudiantes de antemano, pero luego me encontré con que los demás participantes en la conferencia tenían opiniones muy distintas a las nuestras. Pusieron en valor mis argumentos y comentaron que «la impaciencia es cosa común entre los jóvenes», pero también escuché varias veces la frase «no estoy de acuerdo con Benedikt». En cualquier caso, fue una experiencia interesante más, y todo gracias a Arqus.
No obstante, seguramente cumpliré la promesa que hice al final del debate y seguiré haciendo preguntas difíciles y molestas. Ahora con más razón, ya que en Granada fui elegido para presidir el Consejo de Estudiantes.
Ocuparé este cargo desde Leipzig y Granada, ya que en febrero me mudaré a Andalucía gracias a los planes de movilidad de Arqus.
Traducción del artículo «Wie Europa das Leben eines Student prägt» publicado en la página web de la Universidad de Leipzig en alemán, en la colección Unterwegs mit Arqus (De viaje con Arqus), en octubre de 2022.