Experiencia de movilidad de PDI

Macarena Bustamante pertenece al Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada y es Coordinadora del Máster Universitario en Arqueología.

En el marco de la Línea de Acción 3: Aprendizaje de calidad en contextos centrados en el estudiantado, Programa 3.4, dirigido a la organización de actividades de hermanamiento (twinning) entre las universidades integrantes de la Alianza, ha realizado una movilidad a la Universidad de Padua, junto con un grupo de estudiantes del programa de Máster.

¿Qué repercusión crees que tiene para los estudiantes el acceso a un nuevo escenario de aprendizaje desde una perspectiva internacional?

Sin lugar a dudas, el conocimiento de otros sistemas de enseñanza en un marco internacional nos permite analizar distintas maneras de entender una misma disciplina, en nuestro caso la Arqueología. Esta visión de amplio espectro enriquece al alumnado no solo en el ámbito temático en el que se están formando sino, además, les permiten hacer una primera inmersión en otras culturas no solo desde el punto de vista idiomático que podría ser la primera barrera de acceso sino también en aspectos tan básicos como sus costumbres o idiosincrasia.

¿En qué ha consistido la colaboración entre el grupo de la Universidad de Granada y el de la Universidad de Padua durante tu movilidad twinning?

Desde hace varios años el área de Arqueología de la Universidad de Granada ha iniciado estrechas líneas de colaboración con la homónima área de la Universidad de Padua. Sin embargo, hasta el momento dicha simbiosis sólo se había dado en clave de investigación. Entendíamos que era el momento de dar el salto y generar ligazones futuras involucrando al alumnado y en este sentido el nuevo escenario propiciado por la alianza Arqus es el idóneo para ello.

Dentro de tu campo de estudio, ¿qué recursos ofrece la Universidad de Padua para la realización de actividades prácticas?

La Universidad de Padua, lo mismo que ocurre con la de Granada, es una de las más señeras de su país con unos orígenes que remontan al siglo XIII. Esta larga trayectoria le ha ofrecido una experiencia muy valiosa en la configuración de las ciencias humanísticas. En el caso de la Arqueología, además de tener laboratorios muy punteros, cuenta con un Museo de Arqueología en la misma sede de la facultad que permite al alumnado tener un contacto directo con la materialidad de las culturas pasadas. A ello hay que unirle una gran cantidad de proyectos a lo largo del Mediterráneo y en clave diacrónica que hacen de la institución un lugar muy atractivo para los alumnos que cursan Arqueología.

¿Esta iniciativa va a suponer una continuidad en la colaboración entre ambas universidades?

Como ya hemos indicado esta relación se forjó ya hace varios años a partir de líneas de investigación convergentes asociadas a las actividades artesanales de época romana. Sin embargo, sentíamos que dicha sinergia positiva necesitaba dar un salto más y el eslabón que faltaba era hacer partícipes al alumnado. Esto, en un futuro próximo se traducirá en formación mixta en ambas universidades así como cotutelas en el área de investigación confluyente.

¿Cómo beneficia esta estancia presencial en otra institución a la renovación e innovación en los métodos docentes del profesorado?

Es evidente que se adquieren nuevas praxis didácticas que no necesariamente deben ser mejores a las que tenemos implantadas en la Universidad de Granada pero sí permiten reflexiones futuras.